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9 Miradas a Castilla y León

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Producción: Museo Etnográfico de Castilla y León • Texto y selección de imágenes: Emilio Ruiz Trueba • Fotografías: Carlos Flores • Diseño web: Luis Vincent

Miradas a la Arquitectura Popular en España • Colección Fotográfica de Carlos Flores

Museo Etnográfico de Castilla y León
Museo Etnográfico de Castilla y León

9 MIRADAS A CASTILLA Y LEÓN Carlos Flores

No era fácil advertir en la segunda mitad de la década de los años sesenta la importancia de fotografiar y documentar la arquitectura popular en España. Y no era fácil, más que nada, porque en esas fechas la tendencia era borrar el pasado y dejarse llevar por el desarrollismo económico y social que se primaba desde el régimen imperante. La industrialización provocada por los Planes de Desarrollo requería mano de obra, lo que provocó el abandono del medio rural y una migración masiva hacia las ciudades. A la vez, la incipiente turistificación de España generó el mismo efecto en las zonas de costa. Todo esto, obviamente, tuvo un fuerte impacto en la arquitectura popular, bien desde el abandono absoluto de construcciones ganaderas y auxiliares, bien desde la demolición pura y dura de la arquitectura civil doméstica para construir algo más acorde al modo social y arquitectónico imperante.

Es ahí donde radica la importancia que para el Museo Etnográfico de Castilla y León tiene contar con esta extensa colección de fotografías tomadas por el arquitecto Carlos Flores. Son miles de imágenes que se corresponden con miles de kilómetros recorridos por toda la geografía española durante más de una década (1963-1975), documentando una arquitectura en vías de extinción.

Sin temor a equivocarnos, podemos decir que fue Carlos Flores quien con su trabajo y su particular mirada guardó y rescató para la memoria colectiva un patrimonio que en parte pervive gracias a su trabajo y al de María Teresa Pazos García, su mujer, quien además de acompañar a Flores durante largas y extenuantes jornadas de viaje, ora acompañando ora conduciendo, se ocupó de localizar geográfica y cronológicamente cada una de las imágenes, un trabajo sin el que hubiera sido absolutamente imposible tener este fondo fotográfico perfectamente clasificado como ahora está.

Carlos Flores (Cuenca, 1928), doctor arquitecto, profesor en la Escuela de Arquitectura de Madrid, estudioso inquieto y autor de un sinfín de publicaciones en torno a diferentes movimientos arquitectónicos (arquitectura contemporánea, modernismo catalán, etc.), dejó para la historia la que sin duda es obra clave en la arquitectura popular de nuestro país: Arquitectura popular española, cinco volúmenes magníficamente publicados en 1973 por la editorial Aguilar y que hoy siguen siendo objeto de estudio y casi de culto entre todos los amantes de la arquitectura más apegada al terreno.

En este magno proyecto editorial Flores ya apunta algunas de las ideas principales sobre la arquitectura popular que se repiten de modo invariable en esta “arquitectura sin arquitectos”. Muchos años después, en 2007, Flores amplia y profundiza en estas ideas arquetípicas con la publicación del opúsculo Algunas características invariantes en relación con la arquitectura popular, breve texto difícil de encontrar en el que dejó escrito veintiséis puntos que definen, en su opinión, la arquitectura popular.

Es curioso observar cómo muchas de estas ideas apuntadas ya en la publicación de 1973 y estructuradas y sistematizas en 2007 son hoy plenamente vigentes y forman parte de nuestro lenguaje diario, ya no solo en lo que a la arquitectura se refiere, sino casi como una forma de vida. Así, conceptos como sostenibilidad, bioarquitectura, autosuficiencia energética, respeto por el entorno, materiales de proximidad y/o provenientes de la naturaleza están plenamente definidos desde hace décadas en la obra literaria de Flores.

Motivados por la plena vigencia del texto y por la práctica imposibilidad de encontrarlo, hemos creído oportuno reproducir en esta segunda publicación que el Etnográfico dedica al fondo fotográfico de Flores este breve pero delicioso y sustancioso escrito con las que son, a su juicio, las características invariantes de la arquitectura popular.

Esta monumental obra en cinco volúmenes, en su conjunto, no deja de ser un trabajo de arquitecto enfocado plenamente en su disciplina profesional, influida y obligada por la analítica de la interpretación arquitectónica, carente por tanto de una interdisciplinariedad que se echa en falta. Así, se aprecia en sus fuentes bibliográficas más la obra de geógrafos y arquitectos que de etnógrafos o antropólogos, que sin duda hubieran dado mucho más valor a la obra. En todo caso, es un trabajo profundamente honesto con la disciplina a la que Carlos Flores ha dedicado su vida.

A pesar de esto, la larga tarea de clasificación foto a foto de la colección supuso una oportunidad para conocer en profundidad el archivo fotográfico, dándonos cuenta de los múltiples enfoques etnográficos, antropológicos o sociales desde los que se puede abordar el estudio de este banco de imágenes. Aspectos que permiten efectuar, desde ópticas algo más alejadas de la arquitectónica, provechosos análisis del extenso patrimonio visual que Carlos Flores puso a nuestra disposición.

Carlos Flores supo anticipar este proceso y gracias a su inmenso trabajo hoy podemos disfrutar de un fondo fotográfico compuesto por 11.664 fotografías que son fiel reflejo de aquella España en proceso de cambio. Flores, hábil fotógrafo, no solo fue capaz de captar esa decadencia arquitectónica, sino que además supo reflejar magistralmente formas de vida que ya no son más que un recuerdo.

Hoy que la España vaciada se rebela a su suerte, las imágenes tomadas por Carlos Flores en aquellos años resultan ser de ferviente actualidad.