El concepto de exposición permanente trata de ofrecer una visión lo más amplia posible de la cultura tradicional desde la óptica del individuo.
En lo que se refiere al carácter de lo que se denomina exposición permanente, es necesario advertir que el mismo se refiere a su concepto y no tanto a su desarrollo físico, ya que éste debe contemplar:
La reposición cíclica de piezas y materiales expuestos, o la necesidad de renovar contenidos.
Por otro lado, la esencia misma del desarrollo museográfico refleja el matiz temporal al que se acaba de hacer referencia, ya que en el diseño se incluye una planta completa cuyo carácter es temporal y que pretende renovarse igualmente, aunque con temas y discursos afines.
La sala con mayores dimensiones se ha reservado para analizar uno de los aspectos cruciales del proyecto museístico: explicar el universo desde la perspectiva del ser humano. La relación con el entorno y la naturaleza dará paso al estudio de la vida cotidiana, el trabajo, la producción, los oficios y el hábitat. En consecuencia, se mostrará al visitante el lugar donde el Hombre lleva a cabo su existencia y la manera que tiene de solucionar los problemas derivados de la convivencia con otros individuos, con los animales y con la naturaleza.
Insistiendo en una de las ideas rectoras de la exposición inaugural, ENSERES, se trata de forma monográfica la vida tradicional desde la perspectiva temporal. Además de las formas de representar y medir el tiempo, se estudian los ciclos, los ritos festivos y todo lo relacionado con los astros, el zodiaco y el tiempo meteorológico. En resumen, se analiza cuándo se realizan las actividades vitales, productivas y festivas: el curso del año traducido en fiestas y celebraciones, el ciclo vital y los rituales que tienen al tiempo como testigo.
En esta planta se expone una extraordinaria selección de objetos decorados así como el proceso de creación estética de los mismos y su función práctica y simbólica. Junto a las formas, se mostrará la variedad de decoraciones y la gran riqueza de las manifestaciones del arte popular en nuestra región. En definitiva, se trata de averiguar qué imagina, crea y desarrolla el Hombre; la estética, el adorno y la forma como resultados de una expresión artística que finalmente llega a ser identitaria para un individuo o un colectivo.
Se trata de revelar a través de la exposición de muy diversas piezas la correspondencia entre lo material y lo espiritual, comenzando con los mitos de creación y finalizando con los cambios culturales operados en la sociedad tradicional. Se estudian, entre otros aspectos, la religión, la educación, la identidad, las normas, la lengua y las estructuras sociales. En el fondo, se trata de responder a la cuestión de quién es el Hombre, es decir, cómo ha sido, cómo se ha comportado y cómo ha pensado el ser humano a través de las generaciones: sus creencias, su educación (incluyendo las diferencias según géneros), sus normas de convivencia y de intercambio, el lenguaje y la evolución de la cultura.
El espacio de la tercera planta está destinado a tratar un tema monográfico que ensaya presentar la relación entre el hombre y un objeto o materia dado.
En esta ocasión se muestra la relación del hombre con el barro, desde la mitología y el símbolo hasta la arquitectura, pasando por la producción, los oficios vinculados a la arcilla y el uso de este material en la vida cotidiana.